A continuación algunas preguntas que pueden ser útiles para evaluar la seguridad de la oferta alimentaria ( y saber si puedo llegar a comerme esos patacones….)
1.- ACEITE DE FREIR COMPARTIDO
Todo empieza por averiguar todo lo que se fríe en el aceite disponible (una fuente frecuente de contaminación cruzada):
-¿Ofrecen papas fritas? Saben si contienen gluten?- ( Habrán leído el envase/empaque? Poco probable…). – ¿Podría facilitarme la bolsa de papas congeladas, para ver si contienen gluten?– Aún cuando la papa es naturalmente libre de gluten, la papa en corte “a la francesa”, industrial/comercial no siempre es elaborada a partir de papa cortada, sino que también puede serlo a partir de puré de papa, por ejemplo.
Otra fuente de contaminación es cuando le agregan harina de trigo a los trozos de papa para evitar que se adhieran entre sí dentro de la bolsa.
-¿Hay empanadas?¿ La masa contiene trigo?
Si las repuestas son satisfactorias, estamos más cerca….
Piénselo bien: Tequeños, alitas de pollo o cualquiera de las múltiples alternativas no tan seguras que se pueden freír en el mismo aceite..
2.- Y LOS FRIJOLES?
-¿Contienen alguna salsa preparada industrialmente? Cuál será? Sabe si contiene gluten? (Habrán leído la etiqueta? Poco probable.. .) –¿Puedo ver el empaque? – ¿Los preparan en olla/sartén separado/dedicado?
En nuestro caso, en el restaurante que estábamos no fue posible acceder a los patacones, porque las respuestas no fueron satisfactorias.
Todo esto para llamar la atención sobre las dificultades que enfrentan tanto los proveedores (interesados en dar el servicio)de un plato tan simple como unos patacones con frijoles ( y no por eso menos sabrosos), como los clientes, para quienes no debería ser difícil poder disfrutar de unos buenos patacones con frijolitos molidos…
¡Coma seguro y buen provecho !
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